Hace unos días, estuvimos presentes con MUVING y TORROT en la Andalucía Digital Week que se celebró en Sevilla. Un punto de encuentro en el que durante 3 días se exponían productos y tenía lugar charlas, mesas redondas con el motor de la transformación digital de la sociedad y la economía. Organizado por ETICOM, al que felicito por el éxito rotundo de la convocatoria y agradezco la invitación,  en dicho foro mostramos dos dispositivos de 2 y 3 ruedas, el VELOCÍPEDO, y MUVING con el servicio de sharing. Ambos interconectados dentro del Ecosistema MUVING que desde aquellos primeros viajes a USA que Iván y yo realizamos en el año 2010, venimos ideando, y que en los últimos 3 años ha tomado forma a nivel internacional.

Su Majestad el Rey Felipe VI inauguró la ADW, y nos honró con la visita a nuestro stand interesándose por ambos productos y el servicio de sharing. Yo ya había tenido ocasión de coincidir con Su Majestad, en foros previos, pues como Príncipe inauguró la planta de Carbures en Jerez de la Frontera. En esta ocasión con el Velocípedo y MUVING, como en las anteriores, mostró una curiosidad y atención a las explicaciones que desde aquí me gustaría agradecer.  Su conocimiento de las últimas novedades y tendencias en innovación tecnológica es manifiesto en la conversación que pudimos mantener durante su visita.

A mediados del 2017, se celebró el primer campeonato del mundo de TrialE en Lourdes, Francia. Nuestro multicampéon Marc Colomé se puso a los mandos del modelo Torrot de motocicleta de trial eléctrica. El resultado: Torrot y GasGas vuelven a ser campeones del mundo con la GasGas TXE. Un producto de estas características testado en el campo de pruebas real, como es la competición, ahora llega a manos de los consumidores, de los apasionados por este deporte. Estoy seguro de que muchos de los que lean la noticia o sepan de la TXE, dirán:

“¡Eso no puede ser! ¿Una moto de trial eléctrica? Eso no se ha visto nunca. Si es de trial tiene que ser de gasolina.”

Permítanme que traiga su atención a estas frases que si les damos la vuelta, son la base del modelo de innovación que Rafael y yo hemos mantenido a lo largo de estos lustros, y con el que hemos conseguido colocar nuestras empresas en posiciones de liderazgo adelantándonos en muchas ocasiones al resto de competidores.

1.- “¡Eso no puede ser!” Detrás de esta afirmación y además podemos imaginar con una dosis de desdén por lo ridículo de la idea, se esconde una concepción clara de cómo deben funcionar las cosas. La claridad está muy bien. La rigidez no. Para generar cualquier tipo de innovación, la FLEXIBILIDAD en cuanto a los modelos o paradigmas con los que opera un sector,  una organización, o una persona, es un elemento clave. Un modelo es una referencia, una guía, unos criterios. En el momento en que se convierte en una cárcel mental, y además excluyente, tu modelo se convierte en república bananera en la que tú eres el autarca aislado fuera de la realidad que se mueve a tu alrededor.