SKULLY, historia de una oportunidad

Rafael, muchas gracias por invitarme a ya nuestro blog, y utilizar este espacio para explicar y compartir nuestras aventuras tecnológicas, empresariales y personales.

Mucho camino compartido, desde la creación de Carbures hasta hoy, siempre aprendiendo e intentando poder complementar y aportar a nuestro desarrollo empresarial. Nada como un compañero de armas como Rafael para crecer, para reflexionar y llegar a conclusiones estratégicas y cómo no, posteriormente, llevarlas a la realidad y ejecutarlas con velocidad.

Acabado 2017 con la satisfacción de un muy buen trabajo realizado: recuperar y poner en órbita a Torrot y GasGas, lanzar Muving y preparar Skully para afrontar su año de lanzamiento; iniciamos este 2018 con la presentación oficial de Skully en el exigente CES de Las Vegas.

Iván, bienvenido a tu casa.

FOTO-RAFA-IVAN-SKULLY-LASVEGASAbrir tu casa siempre es un acto de vulnerabilidad. Abrírsela a quien la tiene y la ha tenido siempre abierta es un acto de hacer explícito lo implícito. Este blog que comencé hace ahora unos cinco años, y que se ha convertido en la bitácora de mi viaje como profesional y por ende como persona, lo amplío a mi socio, mi amigo, mi primo Iván. Juntos llevamos ya recorrido muchos kilómetros y otros tantos planes estratégicos y de negocio. Lo mejor de todo, es que juntos seguimos cada vez con más fuerza, claridad y experiencia para aplicarla a lo que nos apasiona, la generación de proyectos tecnológicos que creen empleo y riqueza en sus entornos de manera sostenible.

Juntos levantamos Carbures, y juntos hemos fraguado en los últimos años todo un ecosistema de movilidad que se ha ido materializando en casos de éxito como Torrot Group, una vertiginosa Muving que en el año 2017 ha pasado de estar en una ciudad piloto (Cádiz), a ocupar 12 ciudades en España y a dar su salto internacional en este trimestre a Atlanta, en Estados Unidos. En esta semana, presentamos en el CES de Las Vegas el casco más inteligente del mundo con realidad aumentada: SKULLY.

Presentes para el nuevo año

El viernes pasado 5 de enero, tuve el honor y el orgullo de encarnar al Rey Mago Gaspar en la cabalgata de mi tierra, El Puerto de Santa María. Cuando me lo ofrecieron no tenía una idea clara del alcance del encargo y sus consecuencias. La figura de Gaspar, junto con la de sus compañeros, Melchor y Baltasar, despierta en todo el mundo una sensación de admiración, de asombro, de vulnerabilidad. Al final, tanto el adulto, el octogenario, el que odia las fiestas, el que prefiere Papá Noel (de estos sé que no existen, los reyes son los reyes), el escéptico, todos, comparten un mismo origen: todos hemos sido niños. Eso lo pude comprobrar de primera mano el viernes. Además del desfile por las calles donde ví centenares de rostros de niños ilusionados, y de adultos que no escondían a su niño interior, la mitad de la jornada estuvo dedicada a visitar enfermos en el hospital, ancianos en el asilo, niños con discapacidad en organizaciones que trabajan para ayudarlos. Esta parte de la jornada fue la otra cara del cuadro que lo hace completo. Fue un recorrido, que más allá del profundo contacto con lo más vulnerable del ser humano, el efecto es ponerte presente. Aquí y ahora. Ojos que te miran sin filtro, directamente, sin esquivar. Ojos y personas con ganas de presente y deseosas de futuro.