A veces es difícil estar en silencio. En realidad, en un contexto tan mediático y mediatizado como el que vivimos, muchísimas veces es un reto estar en silencio. Con esta entrada en el blog interrumpo una pausa obligada de tres meses. Un tiempo durante el cual por mi posición como CEO de Carbures, me debía a la obligación legal de no emitir información u opiniones por cauces más allá de los ortodoxamente corporativos. Por otro lado, dicho paréntesis también ha obedecido a mi voluntad y compromiso en dejar trabajar a la auditora Price Waterhouse que durante todas estas semanas ha estado examinando a la compañía de arriba a abajo y del derecho al revés. Los trabajos llevados a cabo debían de ejecutarse en condiciones escrupulosas, o al menos, desde Carbures, ese ha sido siempre nuestro deseo y nuestro objetivo.
Una vez llegada la calma, también es bueno mirar atrás y ver por qué se producen procesos como estos y de la manera y con las consecuencias que éste ha acarreado. Aquí una vez más, y cada uno está en su derecho de hacerlo, por supuesto, habrá conclusiones y reflexiones para todos los gustos. Yo, al haberla vivido en primera persona, voy a permitirme en medio de tanto ruido sugerir tan sólo un par de elementos que a mi juicio facilitan esta tormenta perfecta.
En primer lugar, un estafa como Gowex con la que desde el principio, y sin éxito aunque con obsesiva insistencia, muchísimas personas intentan relacionar a Carbures. Sin datos, sin elementos. Sólo con ruido. Al final, en algunos, el ruido acaba calando y como consecuencia, dañando el entendimiento.
Otro elemento contextual que propicia que un proceso de este tipo se desboque cual caballo sin control, es un afán por parte de los distintos agentes que participan en la dinámica, de reaccionar a la alarma social generada por el ruido mencionado, justificando el trabajo que hace cada parte de una manera inusual. Como cuando de un mal actor se dice que está sobreactuando.
Una doble sensación dominaban estas duras semanas: por un lado la de estar sometido a estándares extraordinarios que, como digo, obedecían a tiempos de sinrazón y agitación más que de proporcionalidad. Por supuesto que soy defensor de la exigencia y la transparencia, al igual que soy defensor a ultranza de las mil familias que forman Carbures, y de los accionistas que han depositado su confianza en una compañía a la que considero extraordinaria. Por otro lado, también sentía la tranquilidad y fortaleza de poder mostrar todo lo que fuera necesario. Sin rincones, sin dobleces.
No han faltado estas semanas jinetes que anunciaban el Apocalipsis, el fin del mundo. Con sencillez, con trabajo, como siempre, ya acabada la auditoría y con la conlusión sobre la mesa de que no se ha cometido ninguna ilegalidad; que nadie se ha aprovechado ni lucrado ilícitamente; que la historia de Carbures es la de una compañía de conocimiento que desde 1999 ha crecido con muchísimo sacrificio de todos los que la han traído hasta donde está hoy.
Como en estos años atrás, como en estos meses últimos, como en cada día de los que vienen hay un antídoto simple y sencillo, aunque no siempre fácil de aplicar, para combatir el escándalo y el jaleo: el trabajo y el silencio. Eso es lo que sabemos hacer, y eso es lo que seguiremos haciendo.
Como actual Presidente de Carbures, quiero agradecer a todos los que en este tiempo, que no han sido pocos, han apoyado a la compañía y a mí personalmente en este trance. Y a los que con toda su buena intención me pedían que hablara, que respondiera, que me expresara, estoy seguro de que sabrán comprender la necesidad de este silencio. Al igual que en la música, en una película, en una relación, en cualquier acto humano, el silencio… el silencio rara vez está vacío.
El trabajo bien hecho siempre es reconocido.
Hola Rafael,
Excelente exposición la del pasado viernes en la Bolsa de Madrid. A partír de ahora es todo mejorar (ir hacia arriba), paso a paso y que cada paso quede con base firme… ¿te suena a la mejora contínua? ¡¡claro que si!!.
Ya estarás harto de mi apoyo, pero me enorgullece esta empresa gaditana.
Si puedo colaborar, aquí tienes a un accionista veterano.
C’mon go ahead!!!
Un saludo y mucho éxito para el 2015.
Estoy muy ilusionado y confiado.
Ánimo
Un pequeño accionista
Hola Rafael,
Soy de Lleida, casi no conozco Andalucía, y desde hace casi 2 años soy accionista de Carbures en un porcentaje importante de mis ahorros.
Mientras el viento sopló a favor era una fiesta permanente ver como la cotización de la acción no paraba de subir. Periódicamente consultaba la página web de Carbures, el blog de la empresa y tu página web. Todo era fantástico.
Sin embargo, desde la publicación de las salvedades de PWC, la acción dejó de cotizar y las noticias desde el blog de la empresa y el suyo dejaron de aparecer. Como antes, yo cada semana consultaba los blogs y nada, todo era silencio. Algunos artículos periodísticos apuntaban que la empresa podía desaparecer. Tampoco entendí las declaraciones de Juan Juárez en su salida. Al final llegué a pensar que podía ser un fraude como el de Gowex. En estos momentos encontré a faltar noticias desde su blog o des de la empresa y lo pasé muy mal.
Tenía claro que no iba a vender y no vendí. Pero cuando a posteriori me percaté que el primer día de la reanudación de la cotización se cruzaron ventas a 1,15€ no sé que hubiera hecho si hubiera estado delante de la pantalla.
Con la reanudación de la cotización y la presentación del nuevo plan de la empresa parece que todo vuelva a la normalidad sobretodo ahora que tu vuelves a escribir en el blog.
Muchas gracias por todo, y solo pido una cosa “NO NOS ENGAÑEN” (los pequeños accionistas seríamos los últimos que nos daríamos cuenta).