Me decía mi hija hace unos días: “Papá, con todo lo que tú trabajas ¿por qué tienes que volver al colegio? ¿Es que no se termina nunca de estudiar, o qué?” Un amigo me comentaba en confianza: “No entiendo. Lo siento, pero no lo entiendo. Un consejero delegado de una empresa que está creciendo y con buenos resultados, con un doctorado universitario, ¿qué le hace falta aprender?”.

Hace casi una semana que llegué a Boston para realizar un programa avanzado en el MIT (Masachussetts Institute of Technology). Para aquellos que no estén familiarizados, es una Universidad fundada en 1861 y que junto con Harvard se van disputando los dos primeros puestos del mundo como centros de conocimiento y tecnología a nivel global en el ranking anual de las mejores universidades del mundo. En definitiva, son instituciones líderes y a nivel global.
Ranking universidades del mundo

¿Qué las hace estar en esa posición?¿Es casualidad que cada año no bajen de los dos primeros puestos de liderazgo?

Yo, como fundador y líder de CARBURES, una empresa ya líder en el terreno de los composites, y que está en el camino de convertirse en referencia mundial en determinados sectores como el de automoción, por ejemplo, tengo la responsabilidad de buscar, entrenar y perfeccionar esos elementos que te colocan y mantienen de manera tangible en la “pole position” absoluta del “management” y la mejor manera es siendo fiel a la filosofía de CARBURES, de rodearte en la manera de lo posible de los mejores como es el caso del MIT.

Organizaciones de alta velocidad, búsqueda de la excelencia por decisión propia, estrategias globales, sistemas dinámicos de pensamiento para estructuras complejas, y un cuestionamiento y continuo feedback de cómo va avanzando la estrategia aplicada, son algunos de los conceptos y elementos que el MIT posee, y que se reflejan en el programa en debate constante con otros ejecutivos del mundo.

Contestando a mi hija: “En efecto, cariño, no se si uno deja algún día de estudiar pero lo que es seguro es que nunca deja de aprender.” Como individuo que contribuye, y en este caso lidera una organización; y como organización en sí, el aprendizaje debe ser continuo. (Valor de Carbures) . Este elemento, además de indispensable en CARBURES , es apasionante.

Contestando a mi amigo: “Amigo, gracias por tu aprecio incondicional que para eso eres mi amigo, pero ni el cargo, ni el título son garantía de nada (Valor de Carbures) en un mundo en constante cambio como el que vivimos. Por eso es necesario ensanchar nuestros modelos mentales, nuestra visión de la realidad”.

No sé si mi hija y mi amigo se quedarán satisfechos con mis respuestas. Yo por mi parte, soy muy respetuoso con los valores de CARBURES y los aplico de manera constante. Por ello, me considero cazador de conocimiento y tecnología aplicados, tengo mis neuronas listas y sedientas de nuevos modelos y herramientas alternativas, de entrenamiento en la búsqueda de esa excelencia aplicada que te hace ser líder global.

Voy a atreverme a comparar y a decir que el ADN del MIT y de Carbures comparten algún que otro gen. Al menos el gen del liderazgo a nivel global y yo quiero compartir este gen con todos los que formáis Carbures.