Hoy empieza el nuevo año y como todos los propósitos están ahí, para mi este es el final de un año especialmente duro. El ultimo post que escribí fue el 17 de enero del año pasado, desde entonces he estado en silencio por decisión propia pero como decía en aquel post el silencio rara vez esta vacío.

No voy a hacer balance del año, no temáis, tengo mucha tarea pendiente todavía por hacer para entretenerme mas allá del tiempo justo. Un amigo me dice que lo que tiene valor es lo aprendido en este tiempo y que debo dejar lo hecho para dedicarme a contar la experiencia… ja ja ya lo haremos poco a poco

Bueno, el resumen del año es una bonita historia basada en el título de este post:

Erase una vez, ha sido una gran tormenta…mientras navegábamos en un barco pequeño pero sólido

La verdad es que cuando los vientos soplan en contra es difícil marcar rumbo, pues parece que toda iniciativa tiene nuevos problemas, pero finalmente se ve el sol y la luz vuelve a brillar en la cara de todos los que estamos en el barco.

La tempestad se ha llevado amigos y a no tan amigos por la borda, no hemos tenido tiempo de llorarlos, hoy brevemente mi recuerdo para todos ellos.

Hoy, los que hemos llegado a puerto estamos de pie, todos desgastados (física y emocionalmente) con mas arrugas y mas canas pero con la satisfacción de seguir de pie y es curioso deseando salir a navegar de nuevo para retomar el rumbo.

Hemos descubiertos “piratas honrados” que en la tempestad han ayudado a salvar el barco, las reglas del mar son evidentemente diferentes, mis respetos por ellos.

También hemos descubierto a “navegantes honrados” que son unos verdaderos piratas en la tempestad, espero que se alejen lo mas posible de nuestro pequeño barco y que el mar les atienda debidamente.

 La solidez del barco ha consistido en trabajar mientras otros duermen, no tiene otro misterio

 

Espero que os haya gustado esta breve y bonita historia…