Hay quien dice que mejor no comunicar nada hasta que todo esté amarrado y seguro. ¿Cuál es el beneficio de anunciar lo que vas a hacer y comprometerte con toda una comunidad de apasionados consumidores a los  que en el pasado no trataron bien? Lo mejor es que una vez anunciado, ya no tienes marcha atrás. Es lo que hemos hecho con lo que llamamos Skully Nation, cuando Rafael y yo nos comprometimos a levantar y resucitar  la defenestrada Skully de Silicon Valley, y hacer posible el casco más inteligente del mundo, con realidad aumentada. Esa Skully Nation está formada tanto por los clientes que abonaron una parte del precio, y jamás llegaron a recibir su casco, como por fans de la moto que están deseando tener entre sus manos y protegiendo sus cabezas un auténtico Skully Fénix AR. Ese era el compromiso desde el principio con la campaña que lanzamos: «We make it right».

Para apoyar esa confianza que miles de personas han vuelto a depositar en Skully, y compartir con todos un poco los fogones de lo que desde Atlanta estamos cocinando, comparto en este post un breve vídeo del instante en el que se reciben los primeros cascos de producción. Es un momento emocionante, ya que es el resultado de muchos meses de trabajo, y de mantener una visión hacia la que avanzar. Sacar de la caja un dispositivo como el Skully, y sostenerlo siendo consciente de que se trata de algo único tecnológicamente. El único casco con realidad aumentada, cámara trasera, y conectividad con el conductor. Formando parte ya desde su nacimiento del Ecosistema MUVING, que con la movilidad personal interconectada como eje central, está ya instalado internacionalmente y cada semana sigue creciendo. Agradezco al equipo de Atlanta, donde Skully tiene su sede, el trabajo hecho hasta ahora, y sirvan estas primeras unidades como estímulo para cumplir nuestro compromiso porque… We make it right! (¡Nosotros lo hacemos bien!).

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