Son tres los requisitos básicos necesarios para la puesta en marcha de una empresa de base tecnológica. La obligatoriedad de estos tres elementos  puede parecer de una lógica absurda, pero la realidad es que todavía nos encontramos con “emprendedores” que no lo tienen claro.

  1. La primera de ellas es la tecnología, hace falta una tecnología, definir en que campo tecnológico se está.
  2. La segunda es una idea.
  3. Y la tercera es un plan de negocio.

Hemos excluido de los elementos necesarios el requisito crítico sin el cual nada de lo expuesto tiene sentido y ese elemento crítico es la figura del emprendedor. El emprendedor es el factor clave que debe existir aunque no exista ninguno de los elementos anteriores. Es más, la figura del emprendedor es la que va a marcar el éxito o no del proyecto así como la diferencia en el desarrollo entre una compañía y otra.

"El emprendedor es el factor clave"

Asumido que tenemos la tecnología y la idea, el siguiente paso es la elaboración del plan de negocio. El plan de negocio que, en principio se define como algo relativamente abstracto, posteriormente va tomando forma y al final se concreta en un indicador de cómo se va desarrollando la actividad de la empresa, porque en realidad el plan de negocio ha de ser eso, un indicador para controlar las desviaciones y tener clara la valoración de la propia compañía y en función de eso, en un entorno dinámico, tener una dirección estratégica  que es lo que permitirá tomar decisiones y si es necesario modificar el plan de negocio.
No existe empresa que realmente cumpla su plan de negocio a 5 años. En general el plan suele ser muy distinto a lo que era en su origen sencillamente porque se han ido transformando de manera constante. Lo realmente importante de esto es que con la elaboración del plan, también estamos elaborando una guía para transformarnos y evitamos transformaciones en el vacío y sin sentido. En estos casos, el propio proceso de transformación de la compañía va dentro de un marco estratégico definido y estructurado, ya que si no lo hacemos así, nos moveremos con los vaivenes del mercado y ese camino tanto nos puede llevar al éxito como al fracaso.

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