La situación económica que vivimos en la actualidad ha abierto un debate a todos los niveles acerca del modelo económico en el que interactuamos. Se habla de fin de una época, de cambio de ciclo y de la necesidad de un cambio en dicho modelo.
En el año 1934, el economista Schumpeter ya señalaba con acierto que “la innovación y la tecnología juegan un papel primordial como motores del crecimiento económico”.
Hay tres premisas necesarias aunque no suficientes a considerar en la creación de un modelo económico de riqueza sostenible:
La primera y evidente, más allá de toda discusión, es que un modelo sostenible en nuestro entorno se basa en nuestra capacidad de generar conocimiento aplicable al entorno económico, de tal manera que el modelo económico sostenible se base en la cadena de valor y dentro de esta, en los eslabones de valor añadido del proceso económico.
La segunda, siempre y cuando aceptemos la primera como evidente, cierta e irrenunciable, y asumiendo, que la universidad y su entorno, son la principal fuente de conocimiento de nuestra estructura social, es que la universidad se convierte en la principal materia prima de nuestro producto para competir en una economía tan global y competidora.
La tercera premisa a tener clara es que en un modelo de transferencia de conocimiento, la creación de una EMPRESA DE BASE TECNOLÓGICA, es la forma más completa de transferencia al entorno.
Partiendo de las premisas antes expuestas, definiremos un modelo económico de riqueza sostenible basado en la innovación como actitud, y en el conocimiento como base de dicha actitud innovadora, convirtiéndose en la ventaja competitiva del modelo.
Bueno, pienso que este triunfo de lo hecho por Rafael Contreras a lo largo de su vida era cuestión de tiempo, tarde o temprano tenía que llegar. Cuando una persona tiene tan claro los objetivos a conseguir durante su estancia en esta bendita tierra, es difícil que los inconvenientes puedan aflorar y salir victoriosos.
Siempre he tenido claro, que «la mayor parte de nuestra vida somos lo que queremos», lo irritante es que la mayoría nos quedamos en el intento, al fin y al cabo «somos humanos».
Enhorabuena Rafa……
Apreciar la humanidad de cada uno de nosotros es lo que hace que los sueños se cumplan, te agradezco tu amistad durante el recorrido
Un abrazo