El pasado jueves 25 estuve en Cádiz participando en una mesa redonda junto a Carbures y Navantia, dentro de la Jornada “Cádiz: ciudad inteligente” en el marco de la presentación de la Andalucía Digital Week que se celebrará en marzo. En el cierre de mi intervención dije una frase que en los últimos días numerosos asistentes me han comentado, preguntado e incluso felicitado.

“Steve Jobs dijo `un ordenador  para mí es la herramienta más sorprendente que hayamos ideado. Es el equivalente a una bicibleta para nuestras mentes.´ Yo digo que nuestros vehículos serán los ordenadores del s. XXI

Con esta frase resumo dos elementos que conforman la esencia de la visión del ecosistema interconectado que Rafael y yo diseñamos hace años y cuya ejecución,  desde 2013-14 con nuestro paso por el MIT, se aceleró  hasta hoy.

Para entender lo que quiero decir lanzo una pregunta: ¿Cuáles son dos características que tienen los ordenadores y que impactan en nuestras vidas directamente? Por un lado, el ordenador ha elevado en su máxima potencia el “ser social” que cada uno llevamos dentro. Es decir, a través de él nos conectamos con el mundo en todas sus vertientes: ocio, conocimiento, relaciones, trabajo, logísticas, necesidades básicas, etc. Precisamente, y relacionado con este carácter de herramienta de conectividad que ha pasado a formar parte ineludible de nuestras vidas, el ordenador ha pasado a convertirse en objeto de necesidad INDIVIDUAL. No ya de cada hogar, sino de cada individuo.

Mostrando nuestro ecosistema de Movilidad Interconectada
Mostrando nuestro ecosistema de Movilidad Interconectada

Aplicando estos dos elementos heredados del concepto del siglo pasado a nuestros vehículos, y dando un paso más generacional en cuanto a tecnología y transformación de nuestra cotidianidad, llegamos al papel que juegan los vehículos Torrot en las vidas de cada uno de nosotros, y por concretar en el más reciente, el Velocípedo de tres ruedas presentado en Milán en noviembre pasado.

Torrot ha venido a romper el aislamiento en muchos casos. Crea un nuevo eslabón en la cadena de evolución del ser humano, y tras el homo sapiens, llega el homo social. En la época en la que hemos entrado, el hombre se caracteriza por estar conectado y relacionado. Torrot da varios pasos más en esa categoría:

1. Conecta a ese homo social no sólo con otras personas, sino con su entorno (edificios, semáforos, otros vehículos, otros conductores, etc), y éste no sólo le responde, sino que además interactúa con él proactivamente iniciando la relación.

 El vehículo pasa de ser un mero medio de transporte a convertirse en instrumento social al servicio del conductor. El Velocípedo, por ejemplo, supera la función básica de ser un medio de transporte para convertirse en parte y generador a la vez de una red social personalizada de cada conductor que posee un vehículo como este.

Un ejemplo ilustrativo con ustedes como protagonista:

Piensen en las personas que le rodean y con las que les agrada interactuar. Ahora piensen en las personas con las que aún no están en contacto y les gustaría relacionarse. Imaginen los objetos, lugares, canciones, servicios que normalmente transita, utiliza, escucha, necesita. Imagine por último el restaurante, el hotel, la ciudad, el aeropuerto, el último éxito, que desearía conocer, disfrutar, usar.

¿Ya lo ha hecho? Ahora visualice líneas de conexión entre todos estos elementos que conforman su entorno real y el deseado: personas, vacaciones, restaurantes, tráfico, tiempo, celebraciones, edificios, aviones, etc. Nuestros vehículos, y el velocípedo en concreto, es su instrumento para quedar con otros, organizar eventos, no perder un avión, saber qué tiempo hará en el destino del próximo fin de semana, conocer personas de gustos conocidos o simplemente recibir información de valor sobre mis intereses y necesidades: gastronomía, deportes, ocio, trabajo, bolsa, etc.

2. Con la explicación ofrecida de cómo el acto cotidiano de transportarse se ha transformado, y el Velocípedo eleva de valor ese tiempo precioso llenándolo de actos e información deseados y necesarios, se entiende que el Velocípedo en el s. XXI, pasa a formar parte de cada persona como el ordenador lo fue en el siglo pasado. Este es el segundo elemento que define a los vehículos Torrot. Individuo y vehículo se fusionan, y se mutiplican, extendiendo nuestras redes tan lejos como queramos. Gracias a esa red y a esa interconectividad, la experiencia de moverse será más segura, más eficiente, más rica.

 Con este post doy por contestado a todos aquellos que apasionadamente me pedían una ampliación de esa frase con la que cerré mi intervención en Cádiz, y sirva de explicación a los que no pudieron asistir sobre cómo el tiempo avanza rápido hacia esa red de redes, ese ecosistema del que ya formamos parte a la par que se va creando, y del que los vehículos Torrot son la llave de acceso.

2 comentario en “«Nuestros vehículos son los ordenadores del s. XXI»”
  1. Muy buen post. Torrot está innovando cada vez más en el sector motorizado a diferentes niveles, con el añadido de diferentes aspecto colaterales, desde la forma de fabricación, diseño, hasta razones medioambientales que hace que esta empresa vaya por delante de otras empresas del sector. Tiene una visión de futuro amplia. Por está, y por algunas razones más, esta empresa sería ideal para trabajar. Como Gaditano, me alegró mucho la noticia en prensa de qué abriría una nueva planta en Cádiz. Acabar trabajando y formándose en una empresa como la vuestra sería muy interesante. Espero tenga en cuenta unos de los muchos CV que les remití para la futura selección de personal.

    Muchas gracias por vuestra iniciativa de instalarse en la Bahía Gaditana.

    Cordiales Saludos

    J.L. Pájaro

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